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Centrados en el desarrollo integral y en el autoconocimiento —desde diferentes ángulos— los artículos disponibles aportan información de interés sobre temas específicos.

Conceptos de Psicogenealogía: la herencia invisible

Mientras no son reconocidas, un conjunto de dinámicas hasta hace unos cuantos años ignoradas gobiernan el curso de la vida de las personas disfrazadas hábilmente de destino.

Cada persona es un único, completo, bello y complejo universo producto de sus decisiones, experiencias, impresiones, creencias. Un resumen dinámico y viviente de sus propios sentimientos, pensamientos, intenciones y acciones, y por supuesto también una versión condensada del gran árbol de la vida de su clan de origen que tanto a nivel genético como metagenético la influye intensamente. Descubrir esas influencias es un trabajo sanador y de enorme provecho tanto para la rama que crece como para el resto del conjunto.

Todo es producto del amor

El amor tiene muchas formas y variadas manifestaciones. Tiene muchos matices, tonos, temperaturas. Tiene muchas texturas y colores. Tiene muchos nombres y muchos rostros y huellas. El amor tiene muchas manos, luces y sombras. Tiene muchas memorias. Así, gracias a la discreta acción del amor, se hereda de los antepasados bastante más que aquello que es simplemente visible…

Al comienzo se suele hablar del azar, la suerte y la casualidad. A medida que el tiempo pasa y la conciencia cumple con su propósito al experimentarse y reconocerse a través del mundo, esas precarias palabras dan paso al término causalidad. Aún entonces un escalón más se insinúa: la sincronicidad: un perfecto collar de preciosas y relucientes perlas que se hilvanan con una notable precisión que casi excluye la comprensión hasta del más nítido raciocinio, salvo el de aquel que permanece informado y muy atento.

Notorio o no, todo lo que sucede tiene un sentido inmediato que cumple a su vez con un propósito mayor perfectamente definido. El nacimiento de un individuo en el seno de una familia es quizás la más misteriosa de aquellas perlas de la sincronicidad. Siempre tiene un sentido y un noble propósito.

El sistema familiar

Como casi todo sistema, las familias también poseen jerarquías, funciones, reglas, leyes y fronteras (límites). Pertenecer a un clan determinado conlleva ocupar un lugar específico con implicancias en los más diversos aspectos. Por una parte se heredarán derechos, cualidades y características. Permisos y posibilidades. Aptitudes, recursos. Se recibirá un cierto amparo. Por otra parte, para ganar y sostener el derecho de pertenencia, será necesario cumplir con determinados requerimientos y condiciones. Respetar ciertas reglas, cumplir algunas expectativas. Adecuarse y adaptarse al sistema receptor y a sus formas. Se podría resumir al pensar que la pertenencia a una familia aporta y otorga derechos y de alguna manera impone algunas obligaciones. Aun así estos parámetros no son solamente aquellos explicitados mediante la educación o el trato cotidiano, en las normas de convivencia familiar, sino que también emanan de la remota y discreta profundidad de las raíces que fundan el árbol del clan y le dan firmeza sobre la tierra.

El humano es por naturaleza un ser social, gregario. El sentido de pertenencia es fuerte porque indirectamente garantiza la supervivencia de cada individuo: ningún ser humano sobrevive en soledad al nacer. Necesita cuidados y afecto. Necesita alimentación, abrigo, aseo y fundamentalmente amor. Ningún pequeño sobrevive sin amor. El amor se manifestará como inclusión, aceptación, contención, amparo, cuidado, consideración, nutrición, abrigo, cariño y muchas otras formas de distinta relevancia, pero siempre será la esencia indispensable para el bienestar de cualquier retoño.

El requisito de ser visto, reconocido, aceptado, integrado e incluido para entonces ser receptor de cuidado, nutrición, protección y amparo (los derechos) es el fundamento de la necesidad de aceptación de las obligaciones implícitas en el sutil contrato del individuo para con su clan receptor. El motivo: garantizar su supervivencia y bienestar o, cuando menos, aumentar ampliamente sus posibilidades.

En una medida diferente se observan estas dinámicas en funcionamiento en círculos mayores, como las distintas culturas, civilizaciones o sociedades, pero el propósito es siempre el mismo: ampliar y sostener las posibilidades de sobrevivir.

El sentido

Para llegar a ser, todo lo que existe tuvo primero un sentido. El sentido o la necesidad de una cosa es siempre anterior a la existencia de la cosa. Se puede afirmar que existe el lenguaje porque se necesita para la comunicación. Existen los números porque es necesario medir y contabilizar y son un medio adecuado para ello. Existen las rutas porque se viaja.
El sentido de la cosa es entonces el verdadero origen de la cosa y eso es exactamente igual en las personas. Al trasladar estos conceptos a los individuos se comprende fácilmente que el nacimiento de una persona en una familia también se apoya en una compleja red de sentidos entretejidos perfectamente, sean estos evidentes o no.

El sentido de una persona es a su vez la clave para ser considerada e incluida en el clan, en la familia: algo así como su función o su rol en el grupo. Aquello que se espera que haga. Se denomina proyecto-sentido, y puede entenderse como el conjunto de parámetros y programas inconscientes que determinan las cualidades de una persona en su entorno, su función, su lugar, sus pautas y ciertas características; condiciona su comportamiento y libertades y define mucho de sí. Es una suerte de paquete de información que se modela en forma inconsciente aun antes de la gestación y del nacimiento del receptor.

Desde la gestación hasta el nacimiento es fundamentalmente la madre quien carga la mayoría de los parámetros del proyecto-sentido al hijo, pero ya desde nueve meses antes de la concepción el padre define parámetros que serán cargados al futuro embrión.
Desde el nacimiento hasta nueve meses después, fecha que se conoce como punto de proyección, ambos progenitores descargan programas al hijo.
Estos parámetros y condicionamientos son articulados en forma inconsciente. Se trata de programas que surgen principalmente de las expectativas que se proyectan hacia el proyecto de hijo, de las necesidades presentes en los progenitores y/o en el clan, y de los asuntos pendientes más emergentes.
Además de delinear sus cualidades, la cantidad y características de estos programas determinan el tono vital del individuo, que es la sumatoria de permisos, garantías, libertades, habilitaciones, reconocimiento, aceptación, aprobación, energía vital, autoconfianza, seguridad, etcétera, con que cuenta, y que recibe principalmente de su proyecto-sentido como también de su experiencia durante los primeros años de vida. Un esquema que delimita aquello que se supone que puede y que no puede hacer, aquello que se espera que manifieste, exprese, resuelva, logre, continúe o complete. El lugar que le pertenece y el modo de ocuparlo. La larga y sutil lista de definiciones de cargo, función y responsabilidades en la empresa-familia.

Muchas personas que tienen poca energía vital u otros tipos de condicionamientos encuentran liberación y sanación al analizar y concientizar su proyecto-sentido: cuál fue el motivo por el cual fueron concebidas. Quién lo deseaba y quién quizás no. Qué se esperaba que hiciera con su vida. Qué expectativas cargan sobre la intención de su nacimiento. Qué condiciones imperaban al momento de su concepción. Qué momento se vivía entonces en el clan familiar.

Conflictos bloqueados

La familia es un sistema y funciona como una empresa con su propio gerenciamiento y economía. Si el sistema se encuentra ordenado y cada individuo cumple adecuadamente su función todo tiende a fluir correctamente. Sin embargo algunas veces suceden hechos que desordenan o que bloquean: eventos inesperados, situaciones altamente estresantes o bien inaceptables para uno o más miembros, sucesos de alta intensidad, cuestiones imposibles de procesar, instancias de enorme dolor, conflictos sin solución.
Uno de los ejemplos más claros son las muertes injustificadas-injustificables: se denomina así a aquellas muertes que no pueden ser completa o satisfactoriamente elaboradas, como por ejemplo el fallecimiento de bebés o niños pequeños, la defunción súbita e inesperada de individuos jóvenes o sanos, las muertes dramáticas, las personas desaparecidas, los fallecimientos accidentales.
Estos hechos de muy difícil asimilación por uno o varios miembros del grupo generan conflictos que quedan bloqueados: asuntos pendientes, no resueltos, que pasan a flotar como un fantasma que clama por atención y ayuda a nivel del inconsciente del grupo familiar entero, esperando hallar algún día una solución satisfactoria, una vía de expresión, un remedio para romper las oxidadas cadenas del dolor.

El término genérico conflicto bloqueado alude entonces a cualquier tipo de conflicto o duelo no elaborado. Un pendiente importante para uno o más individuos. Asuntos no expresados o no resueltos, secretos herméticamente guardados, personas excluidas, injusticias, deslealtades, deshonras, traiciones y otras faltas graves.
Los conflictos bloqueados piden a gritos la expresión de lo callado, la reincorporación del exiliado, el perdón del condenado. Piden a gritos volver a unirse al árbol del que sorber redención, amor, vida.

Básicamente todo conflicto o suceso no resuelto, pendiente, secreto, no dicho o no expresado es un potencial generador de manifestaciones en el sistema: cargas psíquicas o biológicas que algún sucesor se ocupará de portar o expresar en un honorable y solidario intento inconsciente por aliviar el dolor y reparar el orden dentro del clan.

Nuevamente la supervivencia del «gran individuo» se prioriza y se pone de manifiesto mediante estas maniobras de extrema inteligencia y habilidad de la propia naturaleza que acontecen en el «pequeño individuo». Nuevamente aparece ante el ojo atento la actividad del verdadero e incondicional amor para colaborar, aunque pueda ser incorrectamente interpretada en forma de problema, desgracia o pesada carga hereditaria. En realidad se trata de la noble acción de algunos miembros del clan que se hacen cargo de los conflictos pendientes para que la marcha no se detenga.
Esto acontece naturalmente con el objetivo de aliviar y equilibrar la estructura del clan, garantizar su funcionalidad y permanencia, y por ende la supervivencia y bienestar de cada uno de sus miembros.

Por el bien propio y por un bien mayor

Quienes estén disponibles, mejor preparados, quienes tengan la fuerza, el conocimiento o la confianza en sí mismos serán quienes darán el paso al frente para venir al mundo y asir la pesada carga por el bien de todos. Se podrán identificar analizando las simetrías: es decir, los puntos en común con quienes padecieron un dolor insoportable o vivieron un conflicto cuya resolución es o fue imposible hasta ese momento.

Además de la nobleza, lealtad y gratitud, detrás de todos los intentos está siempre vigilante el amor, muy solapado tras el miedo, que es su antagonista. El único miedo real es la propia muerte. Aun el miedo al sufrimiento es en verdad y a fin de cuentas otro disfraz del miedo a morir por un sufrimiento insoportable.

El árbol familiar

Para trabajar la estructura familiar y lograr el entendimiento profundo que se necesita, habitualmente se analiza desde diferentes ángulos el genograma o genosociograma (árbol genealógico) en busca de simetrías: puntos de contacto o de confluencia entre una o varias personas. Concordancias; afinidades y sintonías.

Existen simetrías de nombres, fechas, posiciones, género y similitudes-similaridades. Sucintamente:

— Simetría de nombres: mismos nombres, nombres parecidos o parcialmente iguales, nombres con un mismo significado, nombres transgenéricos (mismo nombre pero del género complementario) y otras combinaciones aún más complejas conectan a una persona con otra a nivel transgeneracional: la identifican como solidario portador de su memoria, de su legado.

— Simetría de fechas: la cercanía entre fechas (considerando solamente el día y el mes) —en algunos casos con una tolerancia de hasta 15 días antes o después— establece una simetría. Por ejemplo la fecha de nacimiento o concepción de un individuo con la fecha de nacimiento de algún antepasado define un doble transgeneracional: alguien que será apoyo o hasta reemplazo. La fecha de nacimiento concordante con la de defunción de un ancestro lo vuelve su heredero o continuador.

— Simetría de posiciones: ocupar la misma posición en el rango de fratría revela una conexión con un familiar. Por ejemplo ser el tercer hijo, al igual que otro miembro del clan que es también tercero, es decir que ocupa la misma posición entre sus propios hermanos.

— Simetría de similaridades o similitudes: según ciertos parámetros, el parecido físico, mental, emocional o comportamental con un ancestro puede revelar algunas conexiones funcionales con tal antepasado.

— Simetría de género: la posibilidad menos importante debido a su gran amplitud. En general solamente aplica como elemento intensificador de los otros tipos de simetrías.

Identificar simetrías permite descubrir qué lealtades e influencias actúan o se manifiestan con más fuerza en la vida de una persona y trabajar conscientemente con ellas para optimizar sus recursos, avanzar hacia su mayor bienestar al retirar obediencias inconscientes, depurar creencias, remover bloqueos, condicionamientos, impedimentos y otras limitaciones y cargas negativas e incluso revertir dolencias.
Todo aquello que se hace consciente pierde intensidad desde lo inconsciente otorgando mayor liviandad, libertad y verdadera autonomía o libre albedrío.

Sanar, reintegrar, florecer

Una vez esclarecidas las lealtades, el trabajo consiste en pasar a la conciencia la mayor parte posible del contenido inconsciente. Revelar el origen, la función y características de cada programa detectado. Para sanar y avanzar se necesita tomar conciencia y tomar acciones concretas tendientes a corregir el curso del entendimiento y de la energía del individuo: reordenarse hacia su correcta posición. Empoderarse y adueñarse de su propia vida. Se aprovechan para ello algunas dinámicas del funcionamiento de la mente subconsciente, como ciertos aspectos de la percepción indiferentes a la distinción entre lo real y simbólico, virtual o imaginario, o bien al origen de un estímulo: percepción sensorial, memoria o creación imaginaria.

Pueden realizarse actos simbólicos diseñados para ser interpretados como reales por la mente subconsciente, de forma que se desbloquee el conflicto bloqueado, se destrabe el pendiente y se devuelvan el tono vital y la plenitud al individuo y al clan.
Estos procesos son altamente efectivos y en general muy rápidos. Los períodos de ventana (tiempo en que pueden evidenciarse cambios) llegan hasta los seis meses.
Cuando se sanan conflictos pendientes, cuando se resuelven asuntos bloqueados, el despeje alcanza hasta siete generaciones: la que realiza el logro o consigue el aprendizaje, tres anteriores y tres posteriores, todas ellas se liberan del asunto irresuelto que ha sido finalmente comprendido, limpiado, digerido, asimilado y reordenado.

Solo el amor es capaz de sanar

Sanar también es aprender a incluir amorosamente cualquier vivencia padecida a lo largo del sendero de la vida en que se escribe la historia personal simplemente como una experiencia. Apartar el juicio. Silenciar con entendimiento y una visión ampliada la mirada umbilical de «por qué a mí». Es importante además tener en cuenta que ningún ser humano sobrevive sin un mínimo de atención y cuidado, por lo que —aunque se hubiese necesitado más, se sienta que se ha obtenido poco, o que se ha sido víctima de injusticias, abandonos, desamparo u otros dolores y sufrimientos— también es posible afirmar que se ha recibido al menos lo necesario para sobrevivir, para estar aquí y ahora. A partir de un concepto alternativo así, resulta posible y expansivo honrar y agradecer esta visión positiva de la misma realidad.
En este sentido se impone reconocer que todo viviente necesariamente ha sido amado; ha sido querido y aceptado en alguna medida.
Ayuda a la comprensión de este enfoque reconocer que casi nadie es capaz de dar aquello que no ha recibido y que desde sus circunstancias todos hacen lo mejor que pueden en cada momento. Lo negativo suele ser producto del miedo, la ignorancia y la carencia, y muy rara vez de la mala intención en sí misma.
El compromiso del consciente será ahora elegir, aceptar, integrar, exaltar y compartir aquello que a sus propias luces y sentires considere honestamente lo mejor de sí.

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 03 de octubre de 2014 - 1.0

Preguntas para ti: entrevista sobre Psicogenealogía Evolutiva


Entrevista realizada por la Lic. Alicia García Vega a Lauro Alonso, publicada originalmente en su blog el 1 de febrero de 2016:

“Conocí a Lauro Alonso en mayo pasado en su primera conferencia en Lima, Perú. Las ideas expresadas en su disertación me resultaron sumamente inquietantes y conocidas, una nueva forma de presentar el árbol genealógico hasta entonces desconocida me fascino increíblemente. De repente en vez del dibujo genosociográfico común de los ancestros encima de nosotros, se abría una nueva visión con pleno sentido, nosotros arriba, sobre la base de nuestros ancestros, rápidamente esta visión nos sitúa en un empoderamiento en vez de sentir el peso, la carga ancestral, sentí la ligereza, la libertad de acción, la posibilidad real de iluminar mi árbol genealógico y tomar conciencia de todas las soluciones y recursos que se abren a nuestros ojos ante esta posición. Y es que Lauro Alonso nos plantea con absoluta certeza una potente síntesis y técnicas que nos posibilitan rápidamente tomar conciencia y los recursos para resolver la influencia transgeneracional.
Mi fascinación por su método innovador y vanguardista me hizo salir de mi zona de confort y dio la vida un giro, llegó el día que compartimos la idea común de difundir la Escuela de Psicogenealogía en Lima, Perú, después trabajando en su venida a Lima, conociendo más de cerca su calidad profesional, humana, su sentido del humor, su increíble y fascinante manera de trasmitirnos sus enseñanzas.
Entre la rapidez de su corta pero exitosa estancia en Lima y las experiencias acontecidas, se hizo corto el tiempo para una entrevista, así que mis preguntas volaron a Montevideo donde las respondió con interés.
En esta entrega se incide en uno de los mecanismos que atrae e inquieta más en el momento que nos adentramos en el mundo de los árboles genealógicos, la repetición y sus implicancias.
Aquí el texto...”

– Muchas escuelas y corrientes de pensamiento incluyen la importancia y la influencia del árbol genealógico en nuestros conflictos actuales, ¿en qué aspectos destaca o incide la Psicogenealogía Evolutiva en el momento de abordar el genosociograma familiar?

La Psicogenealogía Evolutiva propone un método muy práctico y efectivo porque se nutre de una síntesis de varias disciplinas entre las que destaca claramente la Psicogenealogía clásica. Se trata entonces de una forma ordenada, muy completa y asertiva para sumergirse con éxito en un mar tan extenso de posibilidades como es el árbol genealógico. Si no se posee un método claro y aplicable es muy fácil caer en el ensueño del canto de las sirenas, que en este caso significaría vagar entre cantidades de información sin demasiado sentido o con mucho esfuerzo sembrado para poco resultado en la cosecha. Resulta incompleto quedarse en el mero disfrute intelectual del estudio del árbol genealógico que puede no conseguir resultados concretos o perdurables, y en este sentido y debido a su enfoque práctico y aplicable actualmente, Psicogenealogía Evolutiva es un camino de trabajo interior y desarrollo personal muy efectivo y vanguardista.

– Una de las cosas que encontramos en los genogramas son las repeticiones de conflictos, eventos, nombres, fechas, parecidos físicos, creencias, etc. ¿Por qué es tan fácil repetir?

Repetir es fácil porque es el camino recorrido, el sendero conocido para el cuál el grupo familiar ya tiene registro y antecedentes. Es mantenerse en la zona de confort. Es hacer lo mismo que otros, cuyo resultado —aunque no necesariamente positivo— es ya conocido y entre otras cosas, esto evita la sorpresa y el estrés del cambio. También se repite por otros motivos, por ejemplo por lealtad: hacer lo mismo que otro o ser parecido en ciertos aspectos, lo que supone determinado grado de identificación y todos los beneficios y costos que eso conlleva aparecen.
La repetición debe verse como una nueva oportunidad para el logro, antes que como una condena. Que haya una repetición significa que hay algo por revisar y que se cuenta con esa oportunidad.

– ¿Qué mecanismos utiliza la familia para solucionar su dolor ante una injusticia, una tragedia, la muerte de un ser querido, algo que les da miedo?

La familia, como si se tratara de un organismo individualmente consciente, intenta sobrevivir y medrar. Cuando hay un conflicto fuerte algunos órganos o sistemas se hacen cargo de compensarlo por el bien mayor: la supervivencia del organismo todo. A veces se sacrifica una persona que se vuelve portadora del mecanismo que alivia el conflicto, a veces se necesita más de un individuo para sobrellevar cargas muy pesadas. Por ejemplo una manera simple de aliviar un fuerte dolor por la pérdida de un ser querido es que alguien lo represente simbólicamente para el clan, a través del mecanismo de identificación. Nace alguien relacionado con el difunto ya sea por fecha, nombre, parecido, etcétera, que será una especie de continuador del legado del ancestro que yace sobre su identidad en forma subconsciente, proceso que por cierto utilizará bastante energía vital.

– ¿Las repeticiones arreglan algo?

Las repeticiones no reparan por sí mismas, si no hay toma de conciencia y cambio. Cuando hay entendimiento profundo se produce algún cambio, y entonces la repetición pasa a llamarse reparación. La repetición en sí misma es apenas la oportunidad de tomar conciencia y hacer algo al respecto, de forma que se imprima el aprendizaje. Se repite de diversas formas, pero generalmente puede notarse a través de las profesiones/intereses/habilidades, las dolencias y enfermedades, y los hijos.

– ¿Es más fácil repetir y sufrir que asumir soluciones?

A veces es más fácil girar en la noria, por pesada que sea, que tomar responsabilidad. De cualquier forma ningún ser vivo sano desea sufrir, por lo que basta con acompañar el camino de quien se encuentra atrapado por el sufrimiento repetitivo para que pueda vislumbrar nuevos senderos, otras posibilidades u opciones, y luego su conciencia y su inconsciente harán el resto. Para muchas personas el sufrimiento, en algún grado, es el único camino conocido. No han tenido la oportunidad de experimentar otra cosa, y ese enfoque panorámico renovado es el que necesitan tener. Es fundamental entender —y entendernos— a través de la compasión: no se trata de falta de capacidad, maldad, egoísmo, debilidad o estupidez: se trata de no haber tenido hasta ese momento una opción mejor dentro del espectro de aquello alcanzable, accesible.

– ¿Por qué asumimos roles que no nos corresponden, e intervenimos desde esos roles en la vida de los demás?

Casi siempre son mecanismos inconscientes los que nos impulsan con fuerza a corrernos de nuestro sitio. A compensar partes debilitadas de nuestro árbol; a repetir patrones y conductas; a ocuparnos de asuntos pendientes dejados por otros, por un beneficio general. Detrás de estos movimientos siempre hay compasión y amor en grados muy sutiles y profundos. Respondemos en forma automatizada a la mayoría de los estímulos —reaccionamos en lugar de accionar— hasta que somos completamente conscientes del mecanismo y así podemos desactivarlo y ejercer nuestra verdadera voluntad.

– Si estamos vinculados por el sufrir nos hacemos responsables de los destinos del otro, con culpa... ¿Cómo liberarnos de nuestra lealtad al conflicto sin culpa?

En situaciones así a veces la culpa es producto de la identificación con un deber que se asume como auténtico, derivado de la mecánica en la que se está involucrado, y una vez que la suave luz de la conciencia ilumina un nuevo aspecto de la realidad el individuo así empoderado es capaz de soltar sin temor ni culpa, porque sabe cuál es el sitio que le corresponde, que esta haciendo lo correcto, lo que le hace bien no solamente a sí mismo sino a su grupo todo. Mientras obra en forma reactiva y cree que lo que hace es lo adecuado, lo debido, y desconoce otras opciones, es inevitable que el mecanismo de la culpa aparezca si intenta cambiar, ya que esta sensación es generada como protección desde su comando interno de ética, moral, integridad y sentido del deber (el súper-yo psicológico).
La culpa nace a veces ante el logro o el éxito, cuando se siente que no es oportuno o bien que no se es merecedor por algún motivo. Esa falsedad puede tener un origen muy profundo en la historia del individuo o bien de su familia. Por ejemplo creencias limitantes como: “si obtengo mucho dinero, ofendería a mis antepasados, todos pobres”, “si tengo éxito o fama, saldría del estándar de mi familia que siempre ha sido anónima”, “no puedo rechazar la comida; algunos de mis ancestros sufrieron hambruna”, etc.

– ¿Qué implicancias puede tener que solucionemos un conflicto? ¿Dejaríamos de parecernos a alguien de nuestra familia?

La mayor y mejor implicancia será la sanación de algo, en algún grado, evidente o sutil, externo o interno. Puede que ese proceso no sea agradable para todos, o conveniente. A mí me gusta decir que encuentro aún más dulce la hiel de la conciencia que la miel de la ignorancia, pero no siempre estamos preparados para digerir cualquier bocado y muchas veces la plenitud o la libertad de alguien que soluciona ciertos conflictos puede ser el desapego forzado o la frustración de otro, al menos hasta que aquel también logre tomar conciencia.
Básicamente cuando un miembro del sistema cambia, todo el sistema se reconfigura y cambia. Evoluciona. Es positivo entender que más allá de la percepción individual y sus limitaciones, y más allá de la polaridad (juicio de bueno o malo) siempre que se resuelve un conflicto se generan cambios, y los cambios colaboran en la evolución; son inherentes a la vida.

– ¿Qué es tomar conciencia? ¿Nos hace libres? ¿Podemos dar un giro al destino?

Es curiosa la palabra destino, porque uno de sus significados es meta o llegada, es decir que es una referencia que señala hacia dónde uno va, no un plan de limitaciones acerca de cómo viajar o de cómo se tiene que experimentar el viaje.
Al tomar conciencia —que es algo mucho más profundo que simplemente tomar conocimiento— el sentido de la realidad cambia y por ello se reprograma ese horizonte que llamamos destino. La conciencia no libera por sí misma, sino que ayuda a que el individuo que la alcanza se empodere y aprehenda la libertad que siempre tuvo y así recién pueda utilizarla. Allí nace —a mi modo de ver— el verdadero libre albedrío que hasta entonces es una hermosa utopía.
El conocimiento libera básicamente porque pone claridad antes las opciones sobre las que se puede avanzar, y elegir implica libertad. Por eso, quien conoce, puede elegir: obtiene mayor grado de libertad.

– Dices que el árbol genealógico puede iluminarse. ¿Se trata de cambiar la historia familiar o contar la misma historia de otra manera? ¿En qué consiste la iluminación de nuestros árboles genealógicos?

Hay un ejercicio en Psicogenealogía Evolutiva que he llamado así: Iluminar el árbol, porque iluminar es arrojar luz: reconocer, honrar y dignificar cada posición, cada rol, cada persona, cada suceso, cada momento, dando lugar a un entendimiento más y más profundo. Aceptar que lo que sucedió es lo único que cuenta, porque es real, mientras que aquello que pudo haber sucedido es solo especulación sin sentido, pues no se puede cambiar. Lo que es, es lo que es.
Es reconocer a los actores por sobre los personajes. Es ubicarse en el mejor lugar que se puede tener: aquel que nos corresponde. Entonces se trata de recomponer la historia familiar, de aceptarla, de revelar sus detalles ocultos para que no giman desde las sombras, porque aquello que es secreto se asocia generalmente con la vergüenza, una de las cosas más dañinas para un clan. Así iluminar es dar amor, y dar amor es expandir la vibración de la vida, es sanar.

– Muchas Gracias por tu tiempo e interés en responder estas preguntas.

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 19 de febrero de 2016 - 1.0

Todo tiene un sentido: el profundo propósito de todas las cosas


Pequeña o grande, cada cosa tiene un sentido existencial. Podemos ser conscientes del sentido o no, pero eso no modifica esta regla primordial que rige a toda la creación por igual unificándola. El sentido es la razón de la existencia de cada cosa y de todas las cosas.
Sabios filósofos nos han heredado desde la Antigüedad el concepto de que —simbólicamente— el universo material es el cuerpo físico del todo absoluto, y que en ese vasto y magnificente cuerpo solo existe la vida; de que todas las cosas —conocidas o desconocidas por el hombre— son en sí mismas algún tipo de manifestación de vida. Cuanto más densa, más parecida a lo que llamamos materia. Cuanto más sutil, más similar al concepto de energía. En esa gran energía-forma todo se mueve, todo vibra, todo fluye y refluye, todo cambia evolucionando, todo vive, todo es. Y todo lo que es tiene un sentido. Algunas veces evidente, otras veces inadvertido u oculto bajo innumerables capas de sincronicidad y relaciones profundas, sutiles, en su amplia mayoría imperceptibles para el ser humano debido a los límites de su imaginación, comprensión y conciencia.

Todo tiene un sentido, el sentido es todo.

¿Qué eres tú?

Si alguien te hiciera seriamente esta pregunta, si te cuestionaras esta idea, ¿qué responderías? ¿Eres lo que ves, tu cuerpo? ¿O —con el Principito— coincidirías en que «lo esencial es invisible a los ojos»? ¿Guardarías un filosófico silencio, convencido de que el Ser no puede ser expresado a través de palabras? ¿Eres solamente un frágil mamífero evolucionado habitando la superficie del pequeño geoide llamado Tierra, perdido en un alejado extremo de esta galaxia espiralada y danzante de un enorme y desconocido universo, o eres un espíritu viviendo —al menos aquí y ahora— esta experiencia humana? ¿Eres el actor o el personaje? Esta respuesta es muy importante ya que lo que eres tiene que ver con tu sentido.

Todo es espíritu

Un espíritu es un núcleo de vida, una parte del todo absoluto, amor puro, una chispa de la luz eterna. Los espíritus somos eternos, porque conservamos las mismas cualidades que el absoluto —del que somos partes pequeñas—. Los espíritus somos células cualitativamente iguales al todo, pero cuantitativamente diferentes, tal como una gota del océano es al océano. Ya que la naturaleza del absoluto es atemporal, los espíritus también lo somos, por lo que en este contexto (a nivel espiritual) es correcto afirmar que nunca hemos nacido y que jamás moriremos, del mismo modo que somos uno con el todo.
Debido a que un espíritu es una entidad viviente, inmortal e inmaterial, por naturaleza le es imposible experimentar directamente aspectos de la creación material como las sensaciones, que son percibidas principalmente mediante los sentidos, o las emociones que resultan de su elaboración. Es por ello que un espíritu necesita de un cuerpo material para vivenciar y experimentar las cualidades del mundo de la materia y desarrollarse, conocerse y aprender de sí a través del reflejo de sus actos, y realizar paso a paso un profundo proceso transformador que además es imposible de completar en una sola vida física.

El sentido de nacer

Al nacer en un cuerpo físico (encarnar)* los espíritus cumplimos con un sentido: experimentar en carne propia, vivencialmente, determinadas experiencias. Al participar en diversas vivencias directamente, apreciando sensaciones y emociones, aumentamos gradualmente nuestra conciencia, maduramos, nos conocemos a nosotros mismos más y más profundamente. Por eso a nivel espiritual todo es visto como un ensayo más, como información, experiencias y sucesos libres de juicios o etiquetas que son aplicadas en el nivel que llamamos realidad por razones de compresión, discernimiento, orden y organización, aunque en el estrato espiritual todo sigue siendo contemplado como experiencia, ni buena ni mala, pura manifestación del Ser, más allá de la dualidad. En el nivel espiritual no existe la culpa, sí la responsabilidad; no existen el acierto o el error, solo la experiencia; esos conceptos le impedirían al espíritu manifestarse con verdadera libertad y experimentar-experimentarse.
Sucintamente los dos desafíos más grandes e importantes a los que los espíritus nos enfrentamos al venir a la manifestación material o vida física son el aspecto vivencial y el material.
El aspecto vivencial tiene que ver con el relacionamiento que experimentamos en variadas formas e intensidades, especialmente considerando que los seres humanos —gregarios— convivimos con otros y también con diversas formas de vida. El aspecto vivencial incluye a progenitores, familiares, amigos, educadores, compañeros, vecinos, colegas, parejas, compatriotas, correligionarios, mascotas. Inevitablemente incurrimos en relacionamientos —y sus consecuencias— al transitar por las diferentes etapas de nuestra vida humana.
El aspecto material se desarrolla a través de las necesidades materiales a las que nos somete la propia realidad física, además de aquellas seudonecesidades que nosotros mismos hemos sabido procurar, por ejemplo todos los elementos que intervienen en la consecución y el mantenimiento de la alimentación, el abrigo, la higiene, el descanso, la salud, la comunicación, la formación y la educación, la seguridad, el entretenimiento. Posiblemente el invento de mayor impacto en este aspecto sea lo que llamamos dinero: una forma básica de intercambio de energía.
Las fases más importantes por las que transitamos en cada vida humana, enfrentando las experiencias vivenciales y materiales son: encarnar y nacer; crecer, aprender, experimentar y desarrollarnos; dejar el cuerpo y volver a nuestra forma natural para proseguir avanzando hacia otros escalones o volver a repetir el proceso para completar las experiencias no vivenciadas o vivenciadas en forma incompleta (nótese que ex profeso hablo de experiencias y no de aprendizajes, pues el espíritu desea experimentar en el plano de la realidad lo que sabe por naturaleza, pero no necesita aprender nada).
Todo lo que en nuestra vida es un misterio nebuloso, incluso la planificación de los acontecimientos más trascendentes, es certeza y claridad para nuestro espíritu, que elige —desde su nivel de conciencia— dónde, cómo y cuándo venir en cada oportunidad para proveerse las circunstancias y el contexto que necesita con relación a aquello que desea experimentar (el sentido).
Ambas experiencias (la vivencial y la material) y las tres fases del proceso humano (venir, experimentar y partir) están pensadas únicamente para brindarnos un contexto en el cual los espíritus podamos zambullirnos y expresarnos en el mundo físico y experimentarlo desde variados ángulos. En verdad esto es lo único que se espera de nosotros, todo lo demás es charlatanería que en nuestra ceguera hemos incorporado a lo largo de los tiempos, pero que poco nos ayuda en el proceso, ya que en lugar de simplificar y alivianar, nos empuja hacia necesidades creadas, banalidades y superficialidades sin sentido, y nos aleja de la apertura profunda hacia el autoconocimiento y el amor verdadero que surgen de la simple experiencia, lo único que verdaderamente es.

El propósito detrás del sentido

En el caso de los seres vivientes —de alguna manera todo es algún tipo de forma de vida— existe el sentido y existe el propósito. El sentido es la razón existencial inmediata y presente, mientras que el propósito es la razón existencial profunda y ulterior.
Al conjunto de sentidos hilvanados que un alma encara en sus diversas experiencias materiales o físicas lo llamo propósito. Usualmente es un proyecto que excede con creces nuestra comprensión humana, y que se encuentra cuidadosamente inscrito en los niveles más profundos de cada Ser.
Los sentidos pueden ser distintos cada vez, pero siempre estarán alineados con un propósito determinado, así como es único y diferente cada uno de los pasos de una receta que finaliza con el plato elaborado. Ni mejor ni peor, cada pequeño paso es indispensable e importante para alcanzar la meta.

El sentido tiene que ver con una vida; el propósito tiene que ver con la vida.

Cuando una persona se desorienta y su vida toma un curso que no necesariamente contribuye al sentido de su espíritu, surgen alarmas que tienen un objetivo específico: ayudarla —gracias al cuestionamiento y a la movilización que se generan— a recordar quién es y el sentido de su momento presente (a qué ha venido) para que pueda retomarlo. Esas alarmas —que pueden manifestarse como grandes crisis de miedo, confusión y desorientación, ansiedad, ira, desaliento o desánimo— tienen un fin constructivo: nos permiten detenernos, despertar y cambiar.

La verdadera libertad nace del conocimiento profundo de sí.

Encontrar el sentido debería ser uno de nuestros primeros objetivos en la vida, pues es lo que nos habilita una existencia plena, dichosa, fluida, abundante y saludable, en contacto con nuestro espíritu. Sencillamente y desprovista de accesorios y profundizaciones, la espiritualidad en sí misma podría resumirse en hallar el sentido y seguirlo con determinación. Esto debería ser el foco principal —si no el único— de las enseñanzas espirituales, magistralmente resumidas en el sintéticamente profundo aforismo griego «conócete a ti mismo», inscrito en el pronaos del templo de Apolo en Delfos.

La felicidad plena proviene de la simpleza, porque la simpleza es el espejo predilecto del Ser.

Once peldaños para meditar

— La luz del gran espíritu es básicamente amor.
— La luz de nuestro espíritu es luz del gran espíritu.
— La sede de nuestro espíritu es la luz en nuestro corazón.
— La luz en nuestro corazón es lo que realmente somos.
— Todo intento de hallar la luz en nuestro corazón es sagrado.
— Todo intento de hallar la luz en lo externo es básicamente inútil.
— Aquello que distrae y aparta de la búsqueda es inútil.
— El amor y su búsqueda tienen sentido.
— El amor se expresa y se manifiesta de formas infinitas.
— En las formas infinitas del amor hay múltiples sentidos.
— El sentido de todos los sentidos es el propósito.

* La reencarnación se mencionaba en la Biblia (Nuevo Testamento) hasta los tiempos de Constantino, cuando los romanos la censuraron. Es un principio esencial en el misticismo judío, en el hinduismo y en el budismo, e incluso es investigada científicamente por reconocidos especialistas como el doctor Brian Weiss o el doctor Deepak Chopra.

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 05 de marzo de 2013 - 1.0

Sanar a través de la conciencia: la razón de la enfermedad

La razón de la enfermedad

Aclaración: esta perspectiva de las dolencias y enfermedades no reemplaza ni pretende reemplazar ningún tipo de diagnóstico, tratamiento o indicación médica, sino simplemente acompañar el proceso de la sanación desde una visión nutritiva, pluralista, liberadora y constructiva.

Creo que no hay verdades sino perspectivas que muchas veces cambian a medida que nuestra conciencia madura, por eso esta propuesta es simplemente un llamado a pensar, a investigar, a reflexionar, a sentir... a mirar en una forma diferente.
El propósito de esta información es humilde: simplemente acompañar a quien se interese con una visión novedosa e interesante, en la que el sentido común y el discernimiento serán como es costumbre el mejor timón. Que las fuertes velas del conocimiento se hinchen bien con el gran viento de la investigación y el descubrimiento.

Existe la luz.
A la ausencia de luz, le llamamos oscuridad.
La oscuridad no existe por sí misma; solo es ausencia de luz.
La luz es clara como la conciencia; permite ver.
La oscuridad es como lo inconsciente.
Aquello que permanece en la oscuridad actúa e influye, aunque no podamos verlo...

Aquello que desconocemos vuelve insistentemente en forma de destino.

La enfermedad es un llamado a la suave luz de la conciencia...

¿Qué es la conciencia?

Resumidamente es el "ancho de banda" que se percibe e interpreta de la realidad. Cuanta más conciencia, más elementos de la experiencia de la vida quedan integrados en la realidad individual.

El cambio es constante:

Inhalación promedio = ~350 ml de aire efectivos (~500 ml totales).
Ingresan moléculas de O2 y CO2, entre otras cosas.
Para el metabolismo las células utilizan oxígeno y desechan CO2.
Al exhalar se elimina mayoritariamente CO2 = intercambio.
Respiración promedio = ~15 veces por minuto.
Volumen respirado por minuto = 350 ml x 15 = 5.250 ml/min.
Por hora = 315.000 ml.
Intercambio aproximado de aire por día = ~7.560 litros.

Se estima que el cuerpo humano tiene en promedio unos 70.000.000.000.000 (setenta billones) de células.
Todos los días enormes cantidades de células mueren y enormes cantidades nacen. Todos los días nos renovamos.

¡Aún así a veces decimos ser siempre los mismos!
Con cada respiración cambiamos. A cada segundo cambiamos. Cambiamos permanentemente; inevitablemente. Somos diferentes a cada segundo. Mejoramos y evolucionamos a cada segundo.

¿Por qué enfermamos?

Enfermamos para sobrevivir:
Así como todo tiene un sentido, la enfermedad tiene siempre un sentido. Es útil, necesaria, vital para el individuo y para la evolución de la especie.
Enfermamos por amor a la vida; porque básicamente es un asunto de supervivencia: la enfermedad es una solución adaptativa de supervivencia.
Queremos y necesitamos sobrevivir, para poder vivir (vivir es mucho más que sobrevivir).
Debemos recordar que somos observadores proyectados en una experiencia física, antes que cuerpos físicos con un poco de autoconciencia.
La enfermedad se manifiesta en el cuerpo, pero no nace en él. No es correcto decir que se esta enfermo; sino más bien que el cuerpo expresa un conflicto. Al respecto sería útil cuestionarse:

¿Para qué me sirve?
¿Qué me trata de alertar esta dolencia?
¿Qué consigo con esto? (Qué hago / dejo de hacer / obtengo / cambia).
¿Qué y cómo cambia con esto mi vida y mi entorno?
¿A quién me parezco o "le soy fiel" con esto en mi historia familiar?

¿Qué es la enfermedad?

La enfermedad es una oportunidad para evolucionar; para sanar mucho más que el cuerpo.
Estamos acostumbrados a reconocer solamente una parte de la realidad de las enfermedades. El hielo visible del iceberg. Generalmente ese hielo que sobresale es el síntoma; es el dolor.
Pero hay otras perspectivas: la enfermedad como una solución de emergencia de nuestro sistema de supervivencia diseñada para garantizar la continuidad de la vida: del individuo, de la especie.
El ser humano es un ser holístico: físico, mental, emocional y espiritual. La sanación puede ser más eficaz si se aborda del mismo modo.

El estado natural del ser humano es la salud. La salud integral: física, mental, emocional y espiritual.

La enfermedad es la sombra de la salud (lo que no tiene luz).

Se ha visto y tratado a la enfermedad como un enemigo, como un problema, como algo a combatir; algo incierto, extraño, ajeno.
Gracias a la síntesis del propio desarrollo de la conciencia humana ya es posible comprender que la enfermedad es principalmente un desequilibrio; que tiene un propósito y un sentido, y que en cierta forma es un puente que ayuda a unir la atención consciente con dicho propósito y sentido. Ese proceso se conoce como sanación.

El dolor:

Cuando se rompe el equilibrio, el orden, surgen alarmas. Así el equilibrio puede ser restaurado. Una de esas alarmas es el dolor.
El ser humano es holístico: espiritual – mental – emocional y físico.
El dolor puede ser también espiritual, mental, emocional o físico, que es el más conocido.
Sea como sea, el dolor captura inevitablemente la atención, evidenciando la existencia de un conflicto (desequilibrio) que lo produce. Así la enfermedad, que produce dolor, es claramente un llamado de atención a la conciencia.

La enfermedad es una solución de emergencia, ¿frente a qué?

A un shock, conflicto o trauma intenso, inmanejable por quien lo padece, que dispara una alarma de peligro de muerte. Ese conflicto puede ser real, virtual, simbólico o imaginario, y puede ser un hecho concreto, una predicción estadística inconsciente, o incluso un suceso vivido por otro miembro de la familia.
Cuando un desequilibrio o conflicto es demasiado intenso o sostenido en el tiempo y no se toma conciencia al respecto, la enfermedad es la alarma del cuerpo físico —su último recurso— para llamar la atención sobre la situación originaria.

¿Por qué puede ser real, virtual, simbólico o imaginario?

Básicamente el sistema de supervivencia no distingue la diferencia.

Simplificándolo, nuestro cerebro tri-uno funciona así:
Cerebro humano: Neocorteza: ocupado fundamentalmente del lenguaje, los pensamientos abstractos, la imaginación, la conciencia > razones.
Cerebro mamífero: Sistema límbico: ocupado principalmente de las emociones, memorias, hábitos > decisiones.
Cerebro reptiliano: tronco cerebral y cerebelo: ocupado de la supervivencia. Tren estímulo – respuesta. Decisión frente a un peligro: lucha o huida > piloto automático. Este sistema, que opera a nivel inconsciente, es el que controla las respuestas biológicas de supervivencia que llamamos enfermedades.

¿Cómo funciona?

Básicamente si la amenaza detectada se considera manejable se optará por luchar, pero si la amenaza se considera superior, se optará por la huida (o parálisis).
Siempre brotará una respuesta desde el sistema de supervivencia.

Ejemplo: visualización del limón:
Imagina con intención y detalle que muerdes un gajo de limón fresco. Imagina como el jugo ácido inunda poco a poco tu boca...
¡Notarás que segregas saliva!

Explicación de la RBV:
Tu saliva no es virtual, simbólica o imaginaria... ¡es real! Tu circuito de supervivencia disparó una Respuesta Biológica Verdadera (RBV) frente al estímulo, sin diferenciar su origen.
No se distingue si el estímulo proviene de los sentidos, de la memoria o de la imaginación; si es real, virtual, simbólico o imaginario.
Ahora piensa en lo que podría provocar un gran susto a tu sistema biológico.
Ejemplo: una amenaza de muerte, en broma.

¿Cómo es una predicción estadística inconsciente?

Basado en estadísticas almacenadas previamente el circuito de supervivencia prevé determinados sucesos que podrían llegar a ocurrir y se adelanta proyectando una solución a fin de evitarlos.
Ejemplo: alguien que se ha accidentado a los 8 años, y nuevamente a los 16; inconscientemente prevé una posible repetición a los 24, siguiendo un ciclo preciso.
Es posible que su circuito de supervivencia haga algo para evitarlo; algo en exacta correspondencia con el tipo de peligro calculado; por ejemplo paralizarlo temporalmente para que "no salga de su casa" o bloquear la audición para "no oír" determinada cosa.

¿Cómo a través de otros miembros del clan?

Heredamos mucho más que el parecido a algunos de nuestros ancestros... También ciertos modales, preferencias, gustos, y también aspectos biológicos y psíquicos.
Ejemplo: en una familia en la que varios hombres han fallecido sincrónicamente a sus 40 años, un joven cumple 39 y comienza a sufrir repentinos ataques de pánico: la fecha clave se aproxima.

¿Las enfermedades se transmiten entre miembros de la familia?

Se transmiten los programas de supervivencia: el estilo de respuesta que la biología ha aprendido a presentar ante un determinado conflicto para hacerle frente.
Cuando un niño expresa una dolencia antes de los siete años de edad, esa respuesta biológica no le pertenece: es un programa que refleja un suceso vivido por sus padres. El pequeño "ya nace" con la solución eficaz activa como un programa de supervivencia adquirido.

¿Cómo se transmiten?

La vida es todo (sin la vida, nada tendría sentido).
La vida es experiencia, experimentación, descubrimiento, cambio.
Sin la vida, sin un observador, todo podría existir, pero nada tendría sentido. Así como el arte sin quien lo aprecie: la música sin quien la escuche. La pintura sin quien la observe.
La vida tiende al orden (se organiza, busca sobrevivir).
Cuando el orden se desorganiza, se invierte energía en reorganizarlo.
Ejemplos: la cicatrización; la soldadura de huesos dañados; la reposición de uñas.
Lo mismo ocurre con las familias, que son como árboles de vida organizados que se nutren, crecen, aprenden, se desarrollan y se transforman.
Cada rama habla de la situación del todo el árbol, y a su vez depende de él para existir. Sin árbol, no hay rama; y lo que le pasa a una rama, le pasa a todo el árbol.

La transmisión incluye dos aspectos: los logros y los pendientes.
Ejemplo: la empresa de pintura: un empleado pinta, mientras que otro es requerido para finalizar los pequeños detalles: ese será su propósito.
Esos compromisos inconscientes se llaman lealtades.

Las familias funcionan esencialmente como las empresas. Para tener un nuevo lugar, se debe cumplir alguna función. Esa función se llama Proyecto Sentido o Propósito Vital, y es programada aún desde antes de la gestación, de acuerdo a los anhelos y a las intenciones de los progenitores -conscientes e inconscientes- y las necesidades del clan.
Es el "para qué" nace un nuevo miembro en la familia. Qué se espera de él o ella. Tiene costos y beneficios para el receptor.
La utilidad de esta dinámica para el clan suele ser consumar algo que no fue logrado antes, compensar algún conflicto, o bien evitar la reiteración de algún incidente que ocurrió con anterioridad en la genealogía: garantizar el bienestar y la supervivencia del individuo y del grupo.

Ejemplos:
– Padre que no logró progresar por contemplar demasiado su pasado – hijo con programa de tortícolis recurrente (cada vez que duda no puede volverse hacia atrás).
– Un ancestro murió trágicamente por caer desde cierta altura – descendientes con vértigo.
– Madre que desea una hija para que la acompañe en su vejez – hija que no logra independizarse, formar su propia familia. Posible nombre: María Alejandra. Soledad. Consuelo.
– Un hijo ahogado – descendientes con fobia al agua.
– Madre preocupada por el bienestar de su bebé en gestación – hijo con hiperactividad.
– Persona que sufre presa de la opresión – sucesores con claustrofobia o asma.
– Ancestros muy humildes, pobres – sucesores con dificultad para progresar económicamente en la vida.
– Familia que vive muchas injusticias - en generaciones posteriores se elige como nombre para un hijo: Justo o Augusto.
Casos así son conocidos como compensaciones o reparaciones:
– En clanes donde hubo muertes por carencia de atención sanitaria: aparecen médicos. Donde hubo analfabetismo: docentes. Donde hubo estafas: abogados, contadores, escribanos. Donde faltó libertad de expresión: artistas. Víctimas de delincuencia atraerán policías, militares. Por el contrario, víctimas de abusos por parte de las leyes harán emerger delincuencia en el clan (hay que romper la ley). Sumisos atraerán rebeldes.
– Si hubo abortos culposos, pueden perderse embarazos o niños pequeños (ofrendas de reparación).
– Si hubo bebés fallecidos aparecerán nombres como: Renato, Giselle (la que yace), Ángel, Aparicio, Natalio.
Del mismo modo que sucede con el metabolismo celular en nuestro cuerpo: la vida siempre busca equilibrar, reparar, compensar, sanar y emerger. Crecer y desarrollarse. Siempre detrás de todo esto esta la vida tratando de preservarse en formas más o menos evidentes.

Las lealtades:

Heredamos básicamente dos cosas: lo logrado y lo pendiente.
Debemos considerar lo pendiente como el precio simbólico por nacer: por ser recibidos en el clan. El motivo de contratar a un nuevo empleado en la empresa: nacemos gracias a que hay pendientes.

¿Por qué se forman las lealtades?

Por supervivencia: el ser humano es un ser social: necesita de otros para sobrevivir: el recién nacido no sobrevive solo en la especie humana. Necesita cuidado, protección y nutrición. Necesita amor y contención.
Para ello tiene que pertenecer a un clan: ser visto, reconocido > ser amado, aceptado, integrado y así se asegura ser protegido, cuidado, nutrido: tener amparo.
El derecho de pertenencia al clan, su aceptación e integración al grupo se relaciona en gran medida con su intento de resolver conflictos pendientes a nivel del grupo: su aporte. Lo que viene a hacer en el clan es su garantía de aceptación, de pertenencia. Su permiso de llegada. Asume entonces algunos conflictos pendientes que están almacenados en una especie de "inconsciente colectivo" propio de cada familia.

Necesidad de pertenencia a un clan: un asunto de supervivencia:
He aquí uno de los puntos más notorios en la gran necesidad de afecto y atención que tenemos los seres humanos, y nuestra necesidad de pertenencia a grupos, clubes, partidos, sociedades.

¿Cómo se reconoce una lealtad?

Fundamentalmente a través de las simetrías entre nombres, fechas, posición (orden de nacimiento) y género.

– Nombres: parecidos o iguales, en todo o en parte.
– Fechas: cercanas en día y mes, con una tolerancia de hasta +/- 10 días y mediante la aplicación de ciertos cálculos específicos y comparaciones entre: la fecha de nacimiento, de concepción, de defunción (si aplica) y una fecha matemática llamada Punto Y.
– Posición: mismo orden de nacimiento. (En Psicogenealogía se distinguen 4 posiciones llamadas simbólicamente: hijo del padre; de la madre; de la pareja y de la familia.)
– Género: personas del mismo género.

Cuanto más concordancia, más intensa será la lealtad.
Ejemplos:
– Abuela y nieta con el mismo nombre - la nieta es "la madre" de su propia madre.
– Quien nace sobre la fecha de fallecimiento de un ancestro - no logra vivir su propia vida plenamente pues el clan lo considera una "resurrección simbólica" y espera de él lo que esperaba del difunto.

Los padres:

Para nacer y permanecer en un clan, el recién llegado sabe naturalmente que tiene que mostrarse válido, ser útil, necesario en lo posible y quizás, "indispensable". Así aseguraría su supervivencia: obtendría alimento y protección de su clan: lo que provee papá (papa: comida) y mamá (mamar).
Función natural del padre: provisión y protección. Provee.
Función natural de la madre: alimentación, cuidado y contención. Administra.

¿Los nombres condicionan?

Todo existe por algo, todo tiene un sentido. El sentido es previo a la cosa; es lo que le da origen y razón de ser.
El nombre es la identidad: describe la entidad.
Denominamos para reconocer las cosas y sus funciones. El nombre describe el sentido de la cosa, lo que la cosa es y lo que se espera que haga.
Los nombres no determinan, pero ejercen una fuerte influencia desde lo inconsciente.

¿Para qué se dispara la enfermedad?

En caso de un shock, de un acontecimiento inmanejable, de un sobre estrés, el cerebro reptiliano (supervivencia) activa un programa especial de emergencia llamado habitualmente enfermedad.
Lo hace para salvar algo concreto y/o para reducir la pérdida masiva de energía vital y evitar así la muerte inminente por causa de agotamiento o de distracción. Este proceso es inconsciente, y tiene prioridad sobre los otros sistemas (más allá de lo que se sienta o piense al respecto, el proceso se dispara).

¿Por qué agotamiento o distracción?

Son dos de las tres causas de muerte que el cerebro reconoce estadísticamente; las dos que puede intentar evitar:

– Muerte natural: el momento "previsto y aceptado" biológicamente.
– Por agotamiento: cuando no hay más fuerzas para huir o defenderse.
– Por distracción: la falta de atención impide vigilar adecuadamente.

¿Y las causas conocidas de muerte?

Los últimos miles de años de desarrollo humano no son nada en comparación con la estadística biológica de unos 4,54 mil millones de años: representaría menos de 2 segundos frente a un reloj de 12 horas.

¿Por qué se dispara la enfermedad?

Porque se considera una solución eficaz para sobrellevar o compensar rápidamente:

– Un shock muy intenso.
– Un estrés recurrente o sostenido en el tiempo.
– Un conflicto inesperado (no hay oportunidad de preparación previa).
– Vivido en soledad, en aislación, con rumiación.
– Que permanece sin que se encuentre una solución satisfactoria.
– Vivido en forma dramática, donde la emoción es muy intensa y avasalla a la razón.

La enfermedad es entonces una solución de emergencia. La enfermedad trata de decirnos algo que no hemos notado o logrado resolver satisfactoriamente, y que consume demasiada energía vital, poniendo en riesgo la vida.

¿Qué define el tipo de enfermedad que se desarrolla?

Nuevamente la sabiduría de la naturaleza, en una relación muy precisa, resumiendo:
Los primeros organismos vivientes eran básicamente un conjunto de órganos vitales. Luego aparecieron las membranas de protección y recubrimiento (meninge, pleura, peritoneo, pericardio). Después se formaron las estructuras de movilidad (huesos, cartílagos, músculos, tendones) y finalmente los órganos de los sentidos y la piel.
Los conflictos tienen su origen en alguna necesidad básica no satisfecha de alimentación, reproducción, defensa del territorio, valorización, comunicación, identidad o pertenencia. Estos conflictos biológicos arcaicos responden a cuatro necesidades básicas: sobrevivir, protegerse, desplazarse y comunicarse.
Sucintamente:

– Los conflictos de orden vital afectarán órganos vitales.
– Los conflictos de protección, membranas de protección.
– Los conflictos de desplazamiento y movimiento o estructura: partes relativas al movimiento y la estructura; sistema motriz.
– Los conflictos de relacionamiento, comunicación y contacto: órganos de los sentidos: ojos, oído, piel, etc.

Ejemplos:
– Esto no me lo trago – patología del esófago.
– Esto no puedo dejarlo pasar – intestino delgado.
– Separación traumática de una pareja tomando té de limón – posterior alergia al limón.
– No deseo ver esa persona que ha llegado a vivir a casa – cataratas.

Ejemplo especial de funcionamiento de los programas inconscientes de supervivencia:
Tipos de parto: reproducimos en la vida lo que sabemos que ha funcionado bien estadísticamente:

– Parto adelantado: tiende a adelantarse.
– Parto demorado: tiende a atrasarse.
– Cesárea: sabe que algo le ayudará; a la vez vive la experiencia del mundo como invasiva.
– Fórceps: se siente forzado, hostilizado; vive la experiencia del mundo como trabajosa.

Desde el grupo familiar, ¿qué puede disparar una enfermedad?

– Abusos, ataques, actos violentos.
– Personas excluidas, abandonadas u olvidadas.
– Incestos (reales o simbólicos: ej.: mismo nombre de un progenitor o antepasado).
– Injusticias.
– Lealtades inconscientes: simetrías.
– Muertes injustificadas o injustificables (bebés, niños, adultos sanos; fallecimientos inesperados).
– Duelos o conflictos bloqueados (para todo tipo de traumas).
– Especialmente los secretos y asuntos no expresados dentro del clan: el problema es siempre lo que no se ve.

¿Cómo es un conflicto bloqueado?

Un proceso estancado en alguna de las etapas del duelo:

– Negación / regateo.
– Ira / enojo.
– Dolor, sufrimiento (dolor permanente).
– Elaboración / Comprensión / Entendimiento / Resolución.
– Aceptación / Solución / Integración.

¿Cómo se desprograman?

Las enfermedades y dolencias pueden ser resueltas, decodificadas, desprogramadas con la intervención de la conciencia.

– Primero se necesita tomar conciencia (iluminar): llevar los aspectos inconscientes a la conciencia. Buscar lo menos evidente
– Comprender el sentido de la dolencia: ¿qué expresa? ¿Qué resuelve? ¿Para qué sirve? ¿Qué obtengo, o qué cambia en mi vida a partir de esa situación? Para ello es necesario dejar de ver la enfermedad como un enemigo... Podemos ver muchas cosas, pero elegimos qué mirar.
– Eliminar las trampas: exageraciones y generalizaciones: ¡me duele todo!
– Expresar claramente las emociones y los sentimientos derivados: higiene emocional como un hábito (prevención).
– Integrar y reconocer los hechos.
– Atravesar todas las etapas de los duelos pendientes.
– Hallar soluciones favorables a los conflictos (reales o simbólicas).

Es menos amarga la hiel de la conciencia que la miel de la ignorancia.

El paradigma de la enfermedad pasa a ser:

Vida:
Suceso > Enfermedad > Síntoma > Trabajo de exploración sobre el suceso, en lugar del síntoma. El síntoma orienta la búsqueda del conflicto programante.
Interviniendo directamente sobre el síntoma puede resultar más difícil lograr una cura sobre ciertas dolencias (el origen permanece, y se esta atacando la solución de emergencia). Muchas veces el conflicto reaparece en un escenario diferente.

Ejemplo: las metástasis: cáncer de estómago: metástasis pulmón (miedo vital) – intestinal (no se puede asimilar) – hepática (produce enojo, ira).

¿Lo que cura es la toma de conciencia?

El hielo que permanecía oculto bajo el agua fría se derrite al ser expuesto al sol, de igual modo el conflicto iluminado por la conciencia cede al ser revelado.
Si en algún momento el circuito cerebral de supervivencia detecta que el conflicto ha sido resuelto, puede retirar la solución especial automáticamente: el programa de supervivencia (la enfermedad) que compensaba el gran estrés.

Resumiendo: fundamentalmente se trata de tomar conciencia del sentido de la dolencia, enfermedad, hecho o situación (postura constructiva) para salir del bloqueo del conflicto; de hallar el shock que es el origen de la enfermedad y buscar algún tipo de solución favorable; aliviar y disolver el estrés que se produjo. Comunicarle al inconsciente que la conciencia ha tomado parte activa en la resolución del trauma.

¿Cómo se puede lograr?

Es importante que la dolencia no sea una papa caliente (que pase de generación en generación, o de la conciencia al inconsciente).
A nivel del grupo familiar, las claves se encuentran en el árbol genealógico, en los nombres, en las historias familiares... Hay que integrar y honrar el pasado para generar un buen futuro.
A nivel individual se puede trabajar mediante actos simbólicos (aprovechando la indiferencia entre real, virtual, simbólico e imaginario: si se hace algo simbólico acertadamente, es posible que el inconsciente lo acepte como real).

Opciones:
– Realizar el árbol genealógico para buscar simetrías (y hacerlas conscientes).
– Expresar lo no expresado, decir lo no dicho, desocultar lo oculto.
– Incluir al excluido. Reconocer al olvidado.
– Reconocer y honrar a todos los ancestros (que son nuestro origen).
– Aceptar el principio de realidad: todo es como es.
– Hacer foco en la gratitud, en la vida, en la experiencia como tal.

La sanación acontece al comprender, al ordenar para poder comprender, al curar a través de expresar y de poner orden donde faltaba. Fundamentalmente todo es un asunto de la libre y fluida circulación de la vida. En uno mismo, en la familia, en las relaciones, en los demás...

Todo es vida (sin la vida, nada tendría sentido).
La vida tiende al orden (se organiza, se ordena).
Para sanar hay que buscar el bloqueo > el orden se restablece; la vida se desbloquea y recupera su natural fluir.

Padecer una enfermedad es una posibilidad; permanecer en ese estado una elección.

Entender la razón de la enfermedad: ¡sanar a través de la conciencia!
La enfermedad es reveladora, y ayuda a sanar mucho más que el cuerpo físico...

La mayor enfermedad del mundo es el egoísmo. La indiferencia, la envidia, la ira, el odio, el rencor, la avaricia, el miedo...
La cura: la conciencia de colectividad, la integración, el diálogo, el perdón, la expresión genuina, el amor...

Somos cada día más personas consientes de estas posibilidades.
La humanidad es un colectivo. Podemos hacer un mundo mejor, si nos ocupamos tan solo de mejorar cada uno de nosotros... de cambiar apenas un poco cada día; así como al respirar cada uno de nuestros ~7.560 litros diarios de aire, también cambiamos.

Hay escuelas y universidades de las más diversas especialidades. Hagamos escuelas que enseñen valores humanos, que enseñen a vivir, que enseñen a amar.
Todos nosotros tenemos todos los días nuevamente la grandiosa oportunidad de dignificar el significado de Ser humano.

Lo expuesto es una síntesis que procede de varias fuentes, principalmente:
GNM (Ryke G. Hamer)
Psicogenealogía (Anne A. Schützenberger)
PNL (Richard Bandler, John Grinder)
Hipnosis Ericksoniana (Milton H. Erickson)
Constelaciones familiares (Bert Hellinger)
Y de mi experiencia personal como docente, consultor e investigador.

Otras fuentes para ampliar: Biología total, Biodecodificación, Metagenealogía.
Otros autores de interés: Didier Dumas, Marc Fréchet, Salomón Sellam, Gérard Athias, Olivier Soulié, Alejandro Jodorowsky.

Disertación en TEDx, Gramado, Brasil, el 23 de noviembre de 2013.

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 18 de noviembre de 2013 - 1.0

Decodificación de las dolencias y enfermedades: un método eficaz para el retorno a la salud

El estado natural del ser humano es la salud integral. Cualquier corrimiento respecto a tal condición de equilibrio es factible de ser corregido.

La Biología Total postula que las enfermedades son el reflejo codificado a nivel biológico de un conflicto de gran estrés psíquico, ya sea éste personal, o heredado de la genealogía familiar.
Así, indagando el origen del conflicto, entendiéndolo y volviéndolo consciente, el estrés disminuye, y es posible la desprogramación de la enfermedad. Sucintamente: si ya no hay conflicto, ya no habrá enfermedad.

Todo comenzó con la experiencia personal del Dr. Hamer

El Dr. Ryke Geerd Hamer, que asistió a las universidades de Munich y Tubinga, fundó en Alemania la Nueva Medicina Germánica después de una extensa investigación y práctica clínica desde 1979.

Hace unos treinta años aproximadamente, el Dr. Hamer recibió una terrible llamada en medio de la noche: su hijo Dirk Hamer, de 17 años, había recibido un disparo accidental mientras se encontraba de vacaciones en el Mediterráneo. Tres meses más tarde, su hijo Dirk falleció. Poco después de esto, el Dr. Hamer, que había gozado de buena salud toda su vida, descubrió que tenía cáncer testicular. Desconfiando de esta coincidencia, comenzó a hacer investigaciones sobre las historias personales de los pacientes de cáncer para ver si habían sufrido algún tipo de shock, estrés o trauma antes de su enfermedad.

Con el tiempo, después de una extensa investigación con miles de pacientes, el Dr. Hamer llegó a la conclusión de que la enfermedad ocurre a menudo después de haber vivido un shock muy intenso y sorpresivo. Se dio cuenta de que la muerte de su esposa -también con cáncer- y su propio cáncer tuvo que estar conectado de alguna manera con el trágico incidente de su hijo, Dirk.

Como doctor en medicina, investigador científico e internista en jefe de una clínica de oncología en Munich, el Dr. Hamer se encontró en una buena posición para llevar a cabo una extensa investigación que lo llevó a la conclusión de que un acontecimiento psíquico puede crear un conflicto biológico, que incluso se manifiesta en una transformación visible en el cerebro (detectable a través de una tomografía o resonancia magnética, y llamado "Foco de Hamer"), que conduce a su vez al desarrollo de tumores cancerosos, úlceras, necrosis y alteraciones funcionales particulares en órganos específicos del cuerpo.

Descubre así varias leyes -llamadas leyes de Hamer- que exponen clara y científicamente la mecánica exacta del proceso de cualquier enfermedad, y fundamentalmente su lógica, bautizando a su trabajo: "Nueva Medicina Germánica".

Desde el descubrimiento de la Nueva Medicina Germánica en 1979, el Dr. Hamer ha escrito varios libros sobre los asombrosos resultados de sus estudios, algunos de los cuales ya han sido traducidos a varios idiomas.

Luego, el Dr. Claude Sabbah, basado en la teoría del Dr. Hamer, y habiendo estudiado directamente con él, funda la Biología Total (Total Biology), llevando los hallazgos de Hamer a una nueva y más moderna perspectiva terapéutica que se enfoca en una visión global del ser humano, sus vivencias, y la solución para revertir muchas dolencias y enfermedades desde la compresión resolutiva del conflicto originario, programante de las mismas.

Aporta importantes conceptos, incluyendo la idea de que el programa biológico de una enfermedad determinada puede incluso provenir de un conflicto no resuelto en la genealogía del individuo, especialmente cuando una persona expresa una enfermedad antes de los siete años de vida (el propósito de este suceso tiene directa relación con la evolución de la especie entera, ya que la genética se ocupa de volcar los progresos y los pendientes de individuo en individuo a través de la reproducción).

Tan importantes y majestuosos son estos descubrimientos, y tan radical se percibe el cambio que implica para la sociedad toda, para la medicina y para la industria farmacéutica mundial, que ambos médicos sufrieron persecuciones, calumnias infundadas, ataques, e incluso varios intentos de asesinato, más allá de haber sido presa de todo tipo de provocaciones e intimaciones.

La Biología Total

La Biología Total es una ciencia que interpreta el funcionamiento del ser humano como un todo holístico e integrado por todas sus realidades y vivencias.
Encuentra el propósito de cada experiencia, y permite ir mucho más allá de la sintomatología de cualquier dolencia o enfermedad, llegando a la comprensión última de sus causas, y permitiendo así su sanación.

La enfermedad debe interpretarse como una solución biológica perfecta del cerebro, que busca garantizar la supervivencia del individuo. Siempre tiene sentido, lógica, y cura.

Aunque culturalmente la enfermedad siempre ha sido temida y considerada un mal, se trata simplemente de un estado el cual el cerebro -órgano gestor central del ser humano- genera como respuesta perfecta en pos de la supervivencia del individuo, de su clan, y de la especie.
La comprensión de la enfermedad en estos términos y de ciertas leyes biológicas operantes -hasta hace poco tiempo desconocidas- permite alcanzar rápidamente una clara mejoría e incluso la cura definitiva en la mayoría de los casos.

Una comprensión elemental del funcionamiento y fundamento de esta ciencia es indispensable para que la conciencia del paciente esté preparada y disponible para un cambio conceptual muy radical respecto a su visión de la enfermedad que padece. En esencia, se trata de entender que la dolencia no es una desgracia, sino una solución perfecta de supervivencia, ejecutada por el cerebro, y que puede ser eliminada si el motivo que la volvió necesaria es concientizado y cambiado: si el estrés psíquico desaparece.

Una pregunta fundamental para la toma de conciencia es: ¿cuál es el conflicto psicológico que desencadenó la enfermedad? y un interrogante clave para la curación es: ¿qué debo lograr para desactivarlo?
La correcta respuesta a ambas preguntas concluye en la sanación, y nace en la toma de conciencia, en el simple y a la vez maravilloso acto del entendimiento, el "darse cuenta".
Teniendo en consideración que la enfermedad es una solución, una respuesta biológica de supervivencia, surgen otras importantes preguntas que resulta muy provechoso meditar:
¿Para qué me sirve esta enfermedad? ¿Qué me impide hacer? ¿Qué obtengo gracias a esta enfermedad? ¿Qué cambió en mí, en mi vida y a mi alrededor a partir de esta dolencia?

La Decodificación Biológica de las Dolencias y Enfermedades, Biodecodificación, Decodificación Terapéutica, o Biología Total, propone indagar científica y sistemáticamente en los aspectos fundamentales de la vida del ser, en busca de una solución definitiva.
Esta técnica en nada interfiere el tratamiento médico que el paciente pudiere estar recibiendo; por el contrario, se basa en el diagnóstico médico para comenzar la exploración de la dolencia desde una nueva perspectiva.

Síntesis del fundamento

El cerebro organiza y gobierna el funcionamiento del cuerpo físico de forma eficaz, persiguiendo el objetivo específico y primordial de garantizar la supervivencia del individuo en cada instante siguiente. Así ocurre con el ser humano, y así ha ocurrido desde los primeros organismos vivientes dotados de dicho órgano.
Realiza permanentemente mediciones y ajustes tendientes a asegurar la supervivencia, eligiendo el plan acorde al mejor intento: aquel que requiere aplicar la menor inversión posible de energía.
Cuando ocurre un conflicto importante, y se genera un pico de sobre-estrés que sobrepasa el índice aceptable, el cerebro reconoce la alarma de una de las dos causas de mortandad estadísticamente fiables a nivel biológico:

– Muerte por distracción
– Muerte por agotamiento

(Tenga en cuenta que si la vida del planeta Tierra estuviera representada por un reloj de agujas, el ser humano desarrollado ocuparía apenas los últimos 17 segundos; por lo tanto, para el cerebro, en términos estadísticos de supervivencia, las muertes por accidentes, ataques cardíacos, cáncer, suicidios y demás ocupan una posición realmente irrelevante frente a las dos causas de muerte más importantes de las especies, expuestas arriba).
Considerando la alarma generada por el pico de estrés que -de sostenerse en el tiempo- podría conducir al estado de distracción o agotamiento, y a fin de evitar el peligro inminente causado por el trauma presente y activo, el cerebro busca descomprimir el estrés psíquico biologizando el conflicto, es decir, bajando la tensión a nivel de la biología (el cuerpo físico); un área que él sí puede dominar.
El cerebro descarga así la tensión psíquica, y el sujeto puede continuar viviendo sin riesgo de muerte inminente, pues el estrés mortal ha sido reducido a una zona aceptable al codificarlo en forma de señal biológica.
A esta solución perfecta y natural se le ha llamado "la enfermedad", aunque queda claramente expuesto que no se trata de un proceso indeseable, sino todo lo contrario: es una solución biológica eficaz para sobrellevar un conflicto determinado, en términos de supervivencia.
El órgano afectado y el tipo de enfermedad estarán siempre en directa relación con la vivencia del conflicto originario y con el nivel del estrés generado por él, y es por ello que al hacer consciente esta causa y su resolución, el cerebro reevalúa el índice de estrés y, siendo éste ahora aceptable, procede a iniciar inmediata y rápidamente la remisión de la enfermedad (la solución biológica que ahora es innecesaria): repara y restituye el organismo. (Es importante recordar que el cerebro sigue esforzándose por utilizar el menor nivel posible de energía; cualquier enfermedad requiere energía para existir, por lo que si ya no es necesaria, el cerebro buscará recuperar ese potencial invertido en el menor tiempo posible).
También esto explica porqué de un grupo de varios sujetos, sometidos todos ellos a un mismo tipo e intensidad de shock, solamente algunos enferman: principalmente depende del nivel individual de resistencia al estrés, y de la forma en que cada uno de ellos vive el conflicto. Una clave para evitar que un trauma tenga que ser biologizado es expresar las emociones del shock (no se refiere a contar lo sucedido, sino lo que se ha sentido al respecto).
Básicamente, si no hay conflicto generador de estrés, la enfermedad ya no tiene ningún sentido, y el cerebro seguirá velando por la supervivencia y el bienestar del individuo.
Cualquier enfermedad se curará en forma automática -de hecho, así ocurre- cuando el cerebro determine el punto de "final del conflicto" (conflictolisis). Lo que sucede generalmente es que durante el proceso normal y natural de reparación y restitución aparecen los síntomas, -ocasionalmente acompañados de un diagnóstico que actúa como verdadero verdugo al impactar emocionalmente en forma drástica- y producen un nivel de estrés muy elevado, generando entonces una retroalimentación negativa al circuito, un nuevo sobre-estrés, que muchas veces acaba manifestándose en forma de una nueva dolencia. A este proceso se lo conoce como "conflicto diagnóstico", y es por ello de vital importancia conocer lo que es en verdad la enfermedad, para evitar a toda costa el implacable temor que un diagnóstico puede generar.

Esquema de la 2º Ley Biológica (Hamer)

Resumen elemental de cómo se programa una enfermedad

El cerebro, cumpliendo con su función, y en un desesperado intento por garantizar la supervivencia del individuo, mide un gran estrés psíquico -que puede ser real, simbólico, virtual o imaginario- y que podría conducir a la distracción o al agotamiento, las dos causas que -estadísticamente- reconoce como alertas de peligro de muerte inminente.
Reacciona entonces empaquetando el estrés en forma de un conflicto que a partir de ese momento pasará de ser psíquico a ser biológico.
Reconociendo que hay infinita perfección hasta en el más pequeño copo de nieve, y que nada en la naturaleza es arbitrario, se entiende que el cerebro tampoco biologiza un estrés en forma arbitraria, sino que elige el punto con una precisión realmente impactante: el lugar del cuerpo que es perfectamente homólogo al conflicto, en forma simbólica.

Esquema de lógica básica:
Tipo de conflicto: Relativo a las funciones vitales Relativo a la protección Relativo a la estructura Relativo a la interacción
Comprende: "Necesidades básicas"
(Alimentación, respiración, reproducción, desechos)
"Salida al exterior, seguridad" "Desplazamiento, movimiento, dirección, desvalorización" "Comunicación, relacionamiento, contacto"
Ejemplos:
(En términos reales, simbólicos, virtuales o imaginarios)
"No puedo digerir esto"
"No me dejan respirar"
"No consigo mi alimento"
"Tengo miedo a que me ataque"
"Estoy totalmente indefenso"
"He perdido mi casa"
"No puedo cambiar de idea"
"Estoy obligado a obedecer"
"No lo puedo ver más"
"No soporto esta crítica"
"Odio que me toque"
Tipo de tejido afectado: Endodermo Mesodermo antiguo Mesodermo nuevo Ectodermo
Controlado por: Tronco cerebral Cerebelo Médula cerebral Corteza cerebral (córtex)
Órganos / tejidos afectados: Sistema digestivo, reproductivo, endocrino, etc.
(órganos vitales)
Meninge, peritoneo, pericardio, pleura, etc.
(tejidos de protección)
Corazón, venas y arterias, huesos, músculos, etc. Órganos de los sentidos, piel, cabellos, uñas, etc.

Mitos sobre las enfermedades

– Son fallas del organismo
– Son problemas que se necesitan combatir
– Se deben a factores sobre los que el paciente no posee ningún control

Verdades sobre las enfermedades

– Son soluciones del sistema vital, para asegurar su supervivencia
– Son reversibles, una vez que se toma conciencia y que el estrés disminuye o deja de existir
– Son señales que posibilitan iniciar el proceso de verdadera sanación (la cura completa, en lugar de la habitual cancelación de síntomas)
– La enfermedad es un aliado, en términos de evolución individual y colectiva; una oportunidad para aprender qué es necesario cambiar para vivir plenamente (puesto que pone en evidencia un conflicto -por lo general- inconsciente)

¿Es similar la Biología Total a lo descubierto por Louise L. Hay, y otros autores?

Louise L. Hay, célebre autora del best seller: "Sana tu cuerpo", "Usted puede sanar su vida", y muchos otros, así como Thorwald Dethlefsen y Rüdiger Dahlke, autores de "La enfermedad como camino", "La enfermedad como símbolo" y varios más, además de otros importantes autores, han tenido indiscutible acierto en sus teorías y aportes, los cuales han sido -y aun siguen siendo- de gran ayuda y valor para muchas personas en todo el mundo.
Sin perjuicio de lo antedicho, la Nueva Medicina Germánica y la Biología Total presentan mapas mucho más específicos y asertivos respecto al origen de las dolencias y enfermedades, y brindan un contexto científico aún más favorable y práctico a nivel terapéutico, demostrando a través de los innumerables casos de éxito cuán eficaces son. En este sentido, es aceptable considerar que estas técnicas son un definitivo gran paso adelante en la comprensión holística de las dolencias y enfermedades, y de la forma de tratarlas para sanarlas definitivamente.

Para seguir investigando

Si desea seguir aprendiendo sobre el tema, puede utilizar la pequeña lista de investigadores serios y acreditados a continuación, no obstante, es importante que recuerde que estas técnicas han tenido desde sus inicios un impacto muy importante en los intereses mezquinos de muchas corporaciones e instituciones que, en lugar de optar por el avance y el bien general de la humanidad, decidieron proteger sus intereses individuales. En relación a esta lamentable realidad, es habitual encontrar mucho material que -sin un fundamento razonable- intenta desprestigiar las investigaciones realizadas en la materia, llegando en casos extremos a valerse de testimonios falsos, calumnias, y a elementos presentados y analizados maliciosamente fuera de su contexto. En su investigación personal confíe en el tesoro más grande que posee: la semilla íntima de su conciencia, que jamás le llevará por caminos errantes, y que sabrá indicarle en lo profundo de su corazón si lo que esta frente a usted es válido o no lo es.

Desarrolladores principales de este saber:
Dr. Ryke Geerd Hamer - Descubridor de la "Nueva Medicina Germánica"
Dr. Claude Sabbah - Desarrollador de la "Biología Total"

Otros autores de interés:
Fernando Callejón; Giorgio Mambretti; Jacques Martel; Jean Séraphim; Salomón Sellam; Gerard Athias; Olivier Soulier; Christian Flèche

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 31 de mayo de 2013 - 1.5

La espiritualidad: nociones acerca de qué se trata

El hombre espiritual está totalmente presente en cada respiración y en cada latido. Vive intensamente y con gratitud cada segundo, aprendiendo a transformar las caídas en experiencia, los obstáculos en oportunidades, lo vacuo en sagrado, y todo esto lo hace dentro de sí.

Aparentemente solos y sin recordar nada más, llegamos. Al comienzo nuestros ojos solo ven este pequeño mundo y las cosas que hay en él. Adaptándonos vivimos para nosotros y para una realidad parcial y caprichosa, irguiendo falsos ídolos, ganando batallas y conquistando certezas. Siempre incompletos, creemos en una vida automatizada que nos impulsa a satisfacer algunas necesidades recurrentes. Luego, desde la calma de un lugar sagrado y muy profundo en el corazón, desde una geometría sin tiempo, ocurre una de las maravillas de la existencia y comenzamos a percibir el espíritu. Nuestra visión de la vida cambia radical e irrevocablemente, nos acechan las dudas y anhelamos el Ser. Buscamos. Necesitamos desesperadamente un sentido y un puñado de respuestas. Entonces, para avanzar, pretendemos dividir nuestra vida entre lo espiritual y lo material, pero con el tiempo nos damos cuenta de que tal división es un espejismo. Sin morir renacemos y comenzamos realmente a vivir.
Se ha escuchado a los antiguos decir una y otra vez que lo material fue creado para que el espíritu pueda manifestarse, para que a través de su manifestación pueda experimentarse y para que a través de su experimentación pueda conocerse, porque solo se puede evolucionar a través de la conciencia.

El todo resulta ser mucho más que la pura suma de sus partes.

Cada ser viviente es una célula del todo y, como tal, no puede tener una conciencia absoluta y plena de la totalidad de la cual forma parte, así como la totalidad no enfoca su conciencia en registrar lo que cada célula hace particularmente, sino que simplemente está ahí manifestándose.
Cada gota del océano tiene las mismas características que el océano, la diferencia es principalmente una cuestión de cantidad, no de calidad. Somos cualitativamente iguales al todo, pero cuantitativamente diferentes.
En el entendimiento de estos conceptos se apoya el misterio del axioma «todos somos uno», expresado desde la Antigüedad en el arquetipo del hombre primordial, Adam Kadmón: la humanidad.

El sabio ama al río como a la roca, al viento como al mar, a sus aliados como a sus enemigos, porque en todas las cosas se ve a sí mismo, y en sí mismo ve a la creación.

Ya que la esencia última del absoluto es espíritu puro, en última instancia la esencia de todas las cosas también lo es, porque cualquier cosa está comprendida dentro del gran conjunto que llamamos el todo. Sin error podemos afirmar que todo es espíritu.
Cuando comprendemos internamente que todo es espíritu —porque cada cosa, grande o pequeña, es algún tipo de manifestación del todo—, estamos más cerca de darnos cuenta de la vida subyacente en las cosas menos evidentes y de tomar contacto íntimo con otras manifestaciones del todo de un orden más sutil, con otras realidades, de realizar una boda mística entre nuestro Ser y el absoluto, porque, como toda alianza, se produce integrando.

Actuando desde la individualidad tienes toda tu propia potencia, pero actuando desde la unidad tienes la potencia de la totalidad.

Quien conoce la alquimia comprende con profundidad las operaciones a las que hasta aquí me he referido y su relevancia.
Jugando filosóficamente podemos considerar que todos los aspectos de la vida conforman la vida, y podemos también considerar que la vida es sagrada, porque es parte del gran todo universal. Podemos entonces decir que todos los aspectos de la vida son sagrados. La vida proviene del gran espíritu que es el todo, y por lo tanto todo es espíritu en algún nivel, todo es vida, todo es sagrado.
Quien pudiera vivir con esta conciencia permanentemente no conocería jamás la desdicha o el sufrimiento y sus días se transformarían en una experiencia maravillosa de plenitud, gracia y sincronía absoluta. En este estado en el que no existe la discriminación —como rechazo—, el discernimiento tiene lugar en su máxima expresión de claridad, que implica la integración y el reconocimiento: la compasión.
A este grado de conciencia se lo llama observador, porque implica haber encontrado y tomado contacto con la esencia íntima interna, el gran observador neutral de las experiencias, el genio superior, el santo ángel guardián; la piedra de los filósofos.
Entender y aceptar cada experiencia de la vida simplemente como una experiencia implica haber logrado un profundo desapego, la conciencia del actor en el personaje. Diferenciarse como Ser que habita un cuerpo temporalmente para experimentar la creación, que es el propósito final del todo: experimentarse a sí mismo. Reconocer que esto es una experiencia espiritual desde la manifestación material, no una vida material con aspectos espirituales.

La espiritualidad es el proceso completo de realización de cada conciencia, que tiene lugar a cada momento del proceso de la vida, sea esto evidente o no.

La espiritualidad, por tanto, no trata del ascetismo, de la renuncia, del sacrificio o las privaciones, sino —según esta visión— por el contrario, trata de integrar armónicamente todos los aspectos de la vida. La espiritualidad no es un estado especial que surge durante breves momentos de inspiración. La espiritualidad es el proceso completo de realización de cada conciencia, que tiene lugar a cada momento del proceso de la vida, sea esto evidente o no. La espiritualidad late en cada acto, cada pensamiento y cada decisión, y quienes logran adoptar la postura del observador pueden optimizar este proceso de evolución.
Cada paso en el desarrollo de la conciencia individual aumenta el nivel de la conciencia colectiva a la que pertenece y por lo tanto genera un beneficio en cadena.
Todo es espiritual porque todo nutre al espíritu con experiencia. La experiencia es diversidad, puede ser agradable o desagradable, positiva o negativa, pero indefectiblemente es experiencia y desde ese enfoque enriquece y nutre al Ser.
Desde la conciencia de observador no hay errores o aciertos. No hay caminos buenos o caminos malos. Hay experiencias.
Desde la conciencia ordinaria todo lo que no complace o produce algún tipo de sufrimiento generalmente es decodificado como malo, negativo, indeseable, y es rechazado. Para la conciencia —ávida de experiencias vivenciales a la vez que despojada de todo deseo y de todo temor— tales frustraciones y sufrimientos simplemente no existen más que como experiencias en sí mismas.
Crecer, sanar, conocerse, conocer, aprender, compartir, ayudar y evolucionar son algunos conceptos que hablan adecuadamente de partes concretas del camino y del propósito final de la venida de los espíritus al mundo: experimentarse; pero a la vez son apenas partes, no objetivos o fines en sí.
A medida que el inconsciente colectivo se eleva, los seres humanos somos cada día más capaces de comprender esto y de alinearnos con el objetivo supremo, la gran obra.

Nada sucede que no deba, ni antes ni después.

Sea lo que sea que hagamos, estemos donde estemos en este momento, viviendo lo que estemos viviendo, es un regalo, es la gracia de la existencia, de poder ser, de poder sentir, vivir, crear. Es total y completamente perfecto. No se nos olvide jamás que el propósito de nuestro Ser es experimentar la existencia y que en el punto perfecto en el que todo confluye y se alinea con la unidad, todo es espíritu, luz, amor.

Materia (la energía es percibida básicamente como movimiento) > Energía (la mente es percibida básicamente como luz) > Mente (el espíritu es percibido básicamente como amor) > Espíritu (todo es percibido como es; lo que es se fracciona y se sumerge en la materia para experimentarse a sí mismo).

Por: Lauro Alonso - www.lauroalonso.com
Última actualización de este documento: 05 de febrero de 2013 - 1.0

Artículos breves:

Libro: Luces

El primer libro publicado de Lauro Alonso; un texto ameno, orientado al autoconocimiento y al desarrollo personal.
Se trata de una obra plagada de claves, mensajes y reflexiones de índole espiritual. Escrita en forma novelada para atraer al lector a revivir su propia experiencia proyectada, se vuelve atrapante, ágil y de fácil lectura.

Las luces son chispas de conciencia. Las luces brillan en cualquier momento, en cualquier lugar, justo cuando menos te lo esperas, porque la verdadera magia no es la luz en sí, sino lo que existe detrás de los ojos que la aprecian.

Detalles

Esta obra —sencilla y placentera— es un motivador mensaje de esperanza y actitud que lo llevará a experimentar de cerca las vivencias de Álvaro, un aprendiz que encuentra su propósito al transitar con afán el místico y apasionante camino de la alquimia, de la mano de un particular maestro para cuyo encuentro el universo ha sabido conspirar.
Plagada de conocimientos e interrogantes —con una óptica amena y divertida—, acompañará al lector en su propio viaje. Imperdible y de gran profundidad para quien gusta leer entre líneas y hurgar en los misterios de las palabras.
Está dirigida a todo público, especialmente aquel afín a los materiales de autoayuda, autoconocimiento, espiritualidad y desarrollo personal.

Conseguir el libro

Luces en su formato estándar (impreso en papel) está disponible en Uruguay. Puede comprarlo en cualquier librería del país.
Además puede conseguir el libro en muchos de los eventos presenciales con Lauro.

Formato: 12 x 19 cm., 112 páginas.
ISBN: 978-9974-98-173-7

También puede adquirir la versión digital en:
Amazon

Comentarios del autor

Escuchar los comentarios por el autor: (3'05")


Ninguno de los personajes es real, tampoco totalmente imaginario. Cada uno tiene aspectos de una o de varias personas, y un tinte de imaginación y de ideales; muchos recuerdos sintetizados.

Al comienzo de nuestra búsqueda -por ejemplo- casi todos nos parecemos bastante a Álvaro: un poco incrédulos, un poco curiosos. Deseosos de conocer, algo temerosos de aquello que desconocemos, y así comenzamos a pasar de la indiferencia al entusiasmo, a medida que cada página de nuestra vida va abriendo revelaciones que nos sorprenden y animan. Así, algún día, llegamos a ser como El Viejo; osados, sapientes, experimentados y un poco infantiles, a medida que permitimos salir al exterior a nuestro niño interno, tantas veces reprimido por la dureza del mundo que nosotros mismos hemos gestado generación tras generación.

También somos la magia que habita todas las páginas del libro, esa fuerza invisible que nos motiva y que nos impulsa, que nos transforma, esa fuerza secreta que esconde los misterios de la naturaleza y las respuestas a las más grandes preguntas.

Cuando escribí Luces intenté dejar este tipo de mensajes al lector, algunos explícitos y otros entre líneas, para que cada persona pudiera conectarse con su propia magia. Hay contenidos clave en ciertos números de página, para quien tiene ganas de hurgar en el misterio de las palabras y leer entre líneas. También se pueden abrir páginas al azar, y utilizar como consejo.

En algún punto la historia de Álvaro es como mi propia historia, y como la historia de todos los buscadores.
Muchas veces buscamos un camino aun sin darnos cuenta de que lo estamos buscando. La inocencia de un niño abre las puertas del templo del espíritu de par en par, y allí todo es posible. Esto es lo que le sucede a Álvaro, un joven aprendiz que encuentra su mágico destino de la mano de un hombre muy especial, un sabio alquimista misteriosamente relacionado con su pasado. Álvaro se convertirá, página a página, en un adepto del arte, deseoso de descubrirse a sí mismo y de reconciliar su historia personal.

Tal como dicen los antiguos filósofos: cuando el discípulo esta listo, el universo sabe conspirar a su favor...

Libro: Escribo para ti

Un nuevo libro de Lauro. Más de 60 escritos cuidadosamente seleccionados que ayudan a entender la vida desde una perspectiva diferente, plena, colmada de posibilidades.
Escribo para ti es un neceser repleto de inspiración y vitalidad para cada día. Es un espejo. Una fuente. Es un libro amigo y confidente, presente cuando el alma necesita una caricia. Un aliado del puente entre la mente y el corazón. Una obra pensada para acompañarte.

Pide consejo y lee. Lee al azar. Lee cuando quieras, cuando lo sientas. El libro vive cuando es leído.
¿Te animas a descubrir las luces que aguardan por ti entre estas páginas?

Detalles

Más que un libro inspirador, Escribo para ti es una caricia sincera al alma. Un manual de reflexiones para la mente que busca. Un amigo íntimo del corazón que vuelca chispas de luz en el camino, que guía y acompaña a cada paso, a cada instante. Después de todo, como afirma su autor: «la vida es un maravilloso escenario de experimentación, compuesto por pequeños momentos hilvanados con sincrónica perfección…». Bien vale acompañarlos refrescándote en el cristalino manantial de la conciencia y dejar que la belleza de las palabras te transporte suavemente hacia visiones nutritivas y enriquecedoras de la realidad misma.

Conseguir el libro

Escribo para ti en su formato estándar (impreso en papel) está disponible en Uruguay. Puede comprarlo en cualquier librería del país.
Además puede conseguir el libro en muchos de los eventos presenciales con Lauro.

Formato: 12,5 x 19 cm., 192 páginas.
ISBN: 978-9974-99-207-8

Capítulo: Nombres alternos

El misterioso e impredecible transcurso de la vida, entre sus giros y pliegues, me obsequió un imaginario baúl de sinónimos para llamar a algunas cosas por nombres alternativos y algunas veces más asertivos. Para que pudiera elegir con libertad entre los tantos nombres que cada cosa bien puede tener. Por el nombre menos conocido o menos evidente algunas, por el nombre más popular otras. Porque aun en la certeza de que denominar las cosas no depende totalmente de la realidad ni de la naturaleza de las cosas, sino de una necesidad humana relacionada con una buena comunicación, con el entendimiento, es evidente la conveniencia de llamar a cada cosa por un nombre que tenga sentido, que haga que la cosa exista y vibre al ser nombrada.

Así, a los problemas los llamo desafíos, y a los desafíos, oportunidades.
A todas las formas de existencia con respeto y reverencia las llamo hermanos y hermanas y las llamo también vida. Y a la vida la llamo amor. Me gusta comenzar las oraciones importantes con amor, pues así lo escribo con mayúscula.
Al día lo llamo regalo. A un regalo, presente, y al presente lo llamo único, para recordar que es el sacro tiempo que existe verdaderamente y en el que puedo estar y ser.
A mis hermanos del mundo los llamo maestros. A mis maestros, luces.
Al tiempo lo llamo ilusión, y a esta, sueño. A los sueños me gusta decirles alas.
Al mundo, escuela. A la luna musa. A la tierra hogar, aunque hogar le digo a veces también al corazón.
Templo es el cuerpo. Sagrado es todo. La naturaleza es sabiduría. Y le digo refugio al bosque, compañero al árbol, sendero al río, escalera a la montaña. Al cielo lo llamo cuna y a las nubes almohadas.
Las flores son colores. Las sensaciones caricias.
Qué curioso… Tantos nombres, tantas ideas, tantas palabras y, si me preguntas cuál es mi propio nombre, no lo sé, y solamente te podré decir que yo soy.

Capítulo: El camino es discreto

El camino, como la vida, nos implica en profundos propósitos y sentidos. Sabemos que debemos caminar, aun sin conocer claramente el destino. A nuestro paso y ritmo, avanzamos.
Sabemos que toda llegada es una nueva partida. Sabemos que detrás quedan sembradas en la arena las delicadas huellas que evidencian nuestro andar, hasta que el viento decida borrarlas lentamente. Las borrará para liberar de un sendero impropio a quienes vengan después.
Siendo los mismos, a cada paso cambiamos y somos nuevos y diferentes. Paso y paso, izquierdo y derecho, certeza y duda, llanto y risas, la unificación de los contrarios sucede internamente en silencioso equilibrio.
Sinuoso, esquivo y desafiante, impredecible, el camino espera mientras el misterio del futuro se devela y se hace presente, y el presente se vuelve pasado y experiencia.
La invisible paga es majestuosa tanto como eterna. El camino, como la vida, existe discretamente en el andar y en el vivir.